- Sobrecarga: Es la más frecuente, también la que más nos encontraremos entre cuidadores, debido al esfuerzo físico que se realiza en los cambios posturales, movilizaciones y cargas de un enfermo de Alzheimer
- Tensión o estrés
- Afectaciones metabólicas o endocrinas: hipotiroidismo, insuficiencia renal, osteomalacia
- Infecciones sistémicas o localizadas, provocadas por virus o bacterias.
- Enfermedades reumatológicas: lupus, fibromialgia…
- Tóxicos o el uso de diferentes medicamentos: sustancias como el alcohol y la cocaína aumenta el tono muscular y por consecuencia los dolores
- Enfermedades musculares congénitas, como polimiositis, dermatomiositis, distrofias musculares…
Es importante acudir al médico ante la presencia de dolores musculares, sobre todo cuando estos se producen de manera continuada, para establecer un diagnostico y un tratamiento adecuado
Marina Preciado Hortigón . Fisioterapeuta del centro de día AFA tierra de barros