- Perdida de piezas dentales, mala colocación de la prótesis dental
- Infección bucal, gingivitis o presencia de hongos linguales
- Rigidez de la musculatura mandibular o facial
- Bradicinesia, lentitud en los movimientos que retrasan la masticación
Mantener la capacidad de masticar de manera autónoma y eficaz de nuestro paciente es un objetivo primordial, no solo por la alimentación en si, sino porque prevenimos posibles episodios de atragantamiento.
La deglución es el paso de los alimentos que se encuentran en la boca (ya triturada y ensalivada, gracias a la masticación) al estómago, por un acto continuo, en el cual intervienen tanto musculatura voluntaria como automática. Son muchas las causas que provocan alteraciones en la deglución , también conocida como disfagia, por eso debemos estar atentos a los signos que la acompañan, como el babeo, la retención del alimento en la boca, la regurgitación nasal, presencia de tos y sensación de ahogo.
Este trastorno presenta muchas complicaciones:
- Desnutrición, adelgazamiento y deshidratación. Es posible que la disfagia dificulte la ingesta adecuada de nutrientes y líquidos y como el paciente pasa fatiga al tragar evita comer
-Neumonía por aspiración. El ingreso de alimentos o líquidos a las vías respiratorias cuando intentas tragar puede causar neumonía por aspiración ya que las bacterias pueden ingresar a los pulmones con el alimento.
-Atragantamiento. Este se produce cuando los alimentos quedan retenidos y no son capaces de bajar. Si el alimento obstruye la vía respiratoria por completo causa hipoxia e incluso la muerte si no se resuelve rápidamente la situación
Por eso es tan importante estar atento a los primeros síntomas y acudir al médico ante los primeros síntomas
Marina Preciado Hortigón (Fisioterapeuta Centro de Día de Alzhéimer “Tierra de Barros”)