En pacientes como los nuestros, ya de avanzada edad y con problemas respiratorios añadidos, los episodios de alergias pueden verse agravados, dificultando la respiración y favoreciendo la aparición de más secreciones. La piel y los ojos presentan mayor sensibilidad, por lo que son comunes la conjuntivitis alérgica, picazón ocular, lagrimeo y rojez.
Las alergias graves pueden causar dificultad respiratoria, mal funcionamiento del corazón y descenso de la presión arterial, lo que se conoce como anafilaxia. Aunque no suele ser habitual, es recomendable vigilar la evolución de los mayores ante los tratamientos alérgicos.
¿Qué medidas se deben adoptar?
- Reducir en la medida de lo posible la exposición a los alérgicos, evitando las salidas al campo o a zonas verdes con muchas flores, no debemos de dejar de salir con nuestro pacientes de alzhéimer, ya que el ejercicio es esencial para mantenerse no solo a nivel físico sino a nivel respiratorio, solo evitaremos salir a pasear a primera hora del día y al final de la tarde. Estas horas son en las que elpolen se extiende con más facilidad,
- Llevar siempre mascarilla en el exterior.
- Ventilar la casa por la mañana, después de las 10 h. Evitar corrientes de aire y cerrar las ventanas por la noche.
- Viajar con las ventanillas de los vehículos cerradas.
- Cambiarnos de ropa al volver a casa para disminuir la cantidad de polen que arrastra la ropa y el pelo.
Otra herramienta muy eficaz es la fisioterapia respiratoria. No solo de manera preventiva, para evitar las crisis alérgicas, sino para cuando se desencadene una mantenerla bajo control.
El uso de nebulizadores y la práctica regular de ejercicios respiratorios mantienen limpio el árbol bronquial, evitan la acumulación de secreciones reduciendo así posibles complicaciones.
Marina Preciado Hortigón (Fisioterapeuta Centro de Día de Alzhéimer “Tierra de Barros”)