La clínica suele comenzar en los hombros de manera simétrica con dificultad para levantar los brazos y realizar actividades de la vida diaria como peinarse o asearse, cuando afecta a la cintura pélvica, el paciente suele tener dificultad para levantarse de una silla sin ayuda de las manos.
El principal síntoma es el dolor incapacitante por la mañana y que empeora tras periodos de reposo, pero también aparece rigidez, fatiga generalizada e incluso fiebre.
La fisioterapia juega un papel muy importante en el tratamiento de esta enfermedad, ya que ayuda a disminuir la rigidez aliviando los dolores musculares, así como el ejercicio diario de bajo impacto alternando periodos de reposo, la natación, el caminar o incluso bicicleta.
En caso de enfermos de alzhéimer, ya sabéis que es más complicado la manifestación de los síntomas, por lo cual deberemos prestar atención a las manifestaciones clínicas de la enfermedad, un aumento brusco de la rigidez será el mejor signo que nos indique que estamos ante un brote de la misma, importante para comunicárselo al doctor y adapte la medicación del paciente.
Marina Preciado. Fisioterapeuta Alzhéimer “Tierra de Barros”