En esta ocasión, las sesiones fueron dos, en la primera se realizó una dinámica de presentación en la que todos los participantes se conocieron entre sí, estableciendo fuertes vínculos de simpatía desde el primer momento, y una segunda sesión en la que nuestras alumnas nos representaron un estupendo cuentacuentos, con una adaptación muy particular y divertida del cuento clásico “Los tres cerditos”.
Ha sido una experiencia sumamente enriquecedora, llena de complicidad, de alegría, de afecto, de respeto mutuo y de cariño, entre dos generaciones muy alejadas en edad pero muy unidas en afinidad, entendimiento mutuo y respeto.
Las nuevas generaciones, aunque parezca que no es así, reflejan en acciones y talleres como estos, que aprecian muchísimo a nuestros mayores, que los respetan, que los escuchan y que son para ellos un ejemplo mayor del que podríamos pensar.
Ojalá este sea un año más de los muchos que nos quedarán por compartir juntos.
Gracias Eva, de corazón, por seguir trasmitiéndole a tus chic@s que el afecto y el cariño, cuando se regalan de corazón, nunca se olvidan.