Dichas conclusiones no son para asombrase demasiado ya que es de todos conocida la influencia de las estaciones del año en el comportamiento y los estados afectivos.
Pero lo que si resulta novedoso es la influencia de los mismos, no solo en el comportamiento y la afectividad, sino en el rendimiento cognitivo de las personas, no solo de las sanas, sino de las que están afectadas por enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.
Visto lo visto, estamos en la mejor época para potenciar y trabajar de una forma óptima nuestras funciones cognitivas, así que manos a la obra, no hay tiempo que perder.
Fuente: https://infotiti.com/2018/10/invierno-alzheimer/