El golpe de calor en las personas mayores es muy habitual en los meses de verano, los mecanismos de termorregulación se deterioran con el paso de los años o bien por enfermedades crónicas que afectan al corazón, los riñones y el hígado o por los medicamentos que se utilizan para tratarlas, si a esto se le suma una capacidades cognitivas disminuidas o dificultad en la interpretación de las sensaciones, como ocurre en la enfermedad de alzhéimer, nos encontramos con un problema importante
Además, la piel de los adultos mayores es más fina, por lo que ofrece una menor protección ante el efecto de los rayos solares.
Es muy importante que las personas mayores siempre tengan a mano agua fresca para poder hidratarse y que vayan bebiendo en pequeñas cantidades para que su organismo pueda asimilarla de forma adecuada. Además, debemos asegurarnos de que los ancianos se encuentren en un ambiente fresco, con una temperatura ambiental idónea para ellos y, en el caso de que se encuentren al aire libre, siempre en lugares con sombra y nunca bajo el sol directo, sobre todo en las horas centrales del día.
¿ cuáles son los síntomas de un golpe de calor?
- sed intensa y sequedad en la boca
- temperatura mayor a 39º C (medida en la axila)
- sudoración excesiva
- sensación de calor sofocante
- piel seca
- agotamiento, cansancio o debilidad
- mareos o desmayo
- calambres musculares
- agitación
- dolores de cabeza (sensación de latido u opresión) estado de confusión y desorientación
Ante estos síntomas es importante que llamemos a los servicios de emergencia, ya que un golpe de calor puede tener consecuencias graves, aún más en los mayores, si no se consigue restablecer la temperatura corporal en un corto período de tiempo.
Una vez avisados y mientras se presentan debemos trasladar a la persona a un lugar fresco y mantenerlo tumbado con los pies a una altura mayor que la de la cabeza para favorecer el retorno venoso y mejorar la circulación de la sangre. Con el fin de hacer descender la temperatura corporal podemos aplicarles paños frescos o mojados en la zona de las axilas, las ingles y la cabeza, y darles a beber pequeños tragos de agua. También podemos intentar refrescarles a base de ventilación manual con un abanico
Marina Preciado Hortigón (Fisioterapeuta Centro de Día de Alzhéimer “Tierra de Barros”)