Hoy os vamos a hablar de una actividad casi siempre femenina, la costura. Es raro que en la generación de nuestros mayores no haya mujer que no sepa coser, en mayor o menor medida todas saben,  de jóvenes muchas de hacían su propia ropa, preparaban el ajuar o incluso bordaban en talleres para ayudar a la economía familiar. Eso nos será de gran ayuda hoy, porque las puntadas que con tanta repetición dieron de jóvenes se mantienen impresas a fuego en la memoria, incluso algunas no pueden escribir bien pero realizan un bordado de gran dificultad sin patrón ni ayuda, solo de memoria; como en el caso de la foto, que solo se le dio la tela y una primera flor de referencia y nuestra paciente completó de manera automática y libremente tanto el diseño como la elección del color

La costura además de entretener es un estupendo ejercicio cognitivo y de psicomotricidad fina, de coordinación y precisión, además como sale de manera automática, sobre todo si se ha ejercido con mucha frecuencia, la paciente lo realiza sin esfuerzo.

No buscamos precisión ni que el resultado final de nuestra labor sea bonito, se trata solamente de coser, de que puntada tras puntada encontremos otra herramienta mas para luchar contra el olvido.

Marina Preciado (Fisioterapeuta Alzhéimer “Tierra de Barros”)