Lunes, 10 Febrero 2014 09:38

MÁS PSICOLOGÍA Y MENOS MEDICACIÓN

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Pues si, más psicólog@s y menos medicación, algo parecido al famosos libro que se hizo célebre en los años 90, “Más Platón y menos Prozac”.

Y todo porque, por mucho que nos pese, hay trastornos o malestares psicológicos que tienen una mejoría más efectiva si conseguimos cambiar los hábitos de conducta y las cogniciones de quienes los padecen a la hora de afrontar las dificultades del diario vivir, que si solo los tratamos con psicofármacos.

Es evidente que una terapia psicológica dará resultados a medio y largo plazo, y que los pacientes que se sometan a ella no notarán una mejoría tan rápida como con la administración de determinados fármacos ansiolíticos o antidepresivos, pero se ha comprobado científicamente que la mejoría con terapia cognitivo conductual  es más duradera y permanente que con la utilización exclusiva de medicamentos.

Además, evitamos a las personas con problemas psicológicos la tan temida dependencia al fármaco en cuestión.

Iniciar un tratamiento de psicoterapia puede ser más costoso en cuanto al esfuerzo que supone motivarte y tener fuerza de voluntad para cambiar determinados pensamientos y acciones muy arraigados en la personalidad de cada individuo, pero a la larga, será mucho más efectivo y beneficioso para aprender a afrontar los conflictos de una forma más autónoma sin necesidad de dejar que sea el medicamento el único que nos ayude.

El objetivo final es, por tanto, conseguir que la persona se ayude a sí misma mejorando y potenciando todas sus capacidades personales.

Esto, evidentemente, no quiere decir que haya casos en los que se requiera una terapia combinada de fármacos y psicoterapia, o que incluso en patologías mayores, y más graves, la medicación sea lo más imprescindible y la psicología sea un mero apoyo a la misma.

A continuación os dejamos un artículo muy interesante que refuerza esta tesis.

 

 

Una prestigiosa organización, The National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE), se dedica a asesorar al gobierno del Reino Unido sobre las principales estrategias y tratamientos más adecuados en materia de salud física y mental. Sus conclusiones respecto a los beneficios de algunos tratamientos psicológicos son claras y recomienda un conjunto de terapias psicológicas para el tratamiento de diferentes problemas de salud mental. ¿Quieres conocer las recomendaciones específicas de la NICE en lo que respecta a las terapias psicológicas? En este artículo repasaremos sus principales conclusiones.

1. Las investigaciones han puesto en evidencia que en comparación con los antidepresivos, la terapia psicológica (cognitivo-conductual) es eficaz a corto plazo y más eficaz a largo plazo en el tratamiento de la depresión leve y moderada y de los trastornos de ansiedad. Reduce los síntomas de enfermedad y previene recaídas. También ha mostrado eficacia para reducir el absentismo laboral.

2. Para la depresión severa, la terapia psicológica (cognitivo-conductual) puede potenciar los efectos de los antidepresivos y la combinación de ambas estrategias es más barata (a igualdad de beneficios) que cualquier otra aproximación. Los tratamientos psicológicos son aconsejables cuando el problema de salud mental que presenta el paciente está complicado por otras condiciones médicas, como abuso de alcohol o drogas, o problemas de salud física crónicos.

3. Para las personas con esquizofrenia, existe evidencia de que las terapias familiares, la psicoterapia interpersonal y el tratamiento cognitivo-conductual reducen el tiempo de hospitalización y la probabilidad de recaídas; mejoran el bienestar y el estado mental y cognitivo del paciente; e incrementan el nivel de concienciación del paciente acerca del tratamiento farmacológico, así como su voluntad para cumplir con este tratamiento. En una entrevista reciente, más de la mitad de los pacientes (sobre una muestra de 8.300 personas) que estaban en tratamiento de salud mental y que recibieron tratamiento psicológico complementario informaron que las terapias psicológicas fueron “definitivamente” útiles y sólo el 14% señaló que no le ayudaron en absoluto.

4. Para los niños, de acuerdo a las recomendaciones de la NICE, existe evidencia de que el tratamiento psicológico (cognitivo-conductual) puede ayudar a manejar el dolor, los síntomas asociados al trastorno por déficit de atención con hiperactividad y los problemas de ansiedad. Así mismo, recomiendan aplicar la terapia familiar para problemas de conducta, abuso de sustancias y enfermedades físicas crónicas en niños. La terapia de grupo ha mostrado ser eficaz también para tratar los problemas de ansiedad infantil y las auto-lesiones.

5. La NICE recomienda también las terapias psicológicas para personas con un amplio rango de problemas de salud física, como diabetes, esclerosis múltiple, enfermedades cardíacas, o complicaciones médicas crónicas causadas por derrame cerebral, ya que estos pacientes presentan un alto riesgo de sufrir depresión. El tratamiento de la salud mental de estas personas con dolencias crónicas puede mejorar notablemente su disposición para seguir las prescripciones médicas, su participación en los ejercicios de rehabilitación y su auto-cuidado en materia de promoción de la salud. En definitiva, el tratamiento psicológico puede ser muy eficaz para mejorar su calidad de vida, disminuir su discapacidad, y reducir la sobrecarga del individuo y de la familia.

6. No existe una única terapia psicológica eficaz para todos los problemas de salud. Los diferentes tratamientos se ajustan a diferentes personas y a diferentes condiciones de salud. No todo el mundo se siente a gusto con las terapias psicológicas, ni todo el mundo se beneficia de ellas, pero pueden jugar un importante y beneficioso papel como alternativa o complemento al tratamiento farmacológico, por lo que deben ser accesibles para todos los pacientes.

7. Las terapias psicológicas suponen menos riesgo para la salud y tienen menos efectos secundarios que los fármacos. En este sentido, la NICE recomienda la elección de tratamientos psicológicos especialmente para niños y adolescentes y para mujeres embarazadas con depresión, porque los antidepresivos tienen mayor riesgo para su salud. Las terapias psicológicas son preferibles al tratamiento farmacológico también en el caso de personas que presentan otros problemas de salud asociados, particularmente condiciones crónicas, ya que los fármacos que habitualmente reciben pueden tener interacciones perjudiciales con los antidepresivos o con los antipsicóticos.

8. Mediante la participación activa del paciente en su tratamiento, las terapias psicológicas pueden “empoderar” a las personas y animarles a involucrarse en su proceso de recuperación. Esta aproximación activa y constructiva puede ayudar a combatir el sentimiento de invalidez que la persona puede desarrollar a consecuencia de vivir con una enfermedad mental.

Fuente: Artículo extraido de www.infocop.es.

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