Resulta muy interesante ver como el estado inicial en el que entran a la sala predispone la elección del instrumento por el que desean comenzar el ejercicio.
Lo que es común a todas las personas que realizaron el ejercicio es que terminaron el mismo más contentos de lo que lo comenzaron, y es que pocas cosas animan más que la música, además es una herramienta excelente contra el estrés y la ansiedad, más aun si la utilizamos acompañada de luz, incluso pacientes con un estado avanzado de la enfermedad aun mantienen la capacidad de producir música con algún instrumento y cantar.
Y es que la música esta tan ligada a nuestra vida, nuestros recuerdos ,nuestro día a día… esta tan dentro de nosotros que ni el alzhéimer la puede borrar.
Marina Preciado. Fisioterapeuta Alzhéimer “Tierra de Barros”