- Primero debemos adaptar la alimentación, incluir en nuestra dieta cereales y legumbre y alimentos ricos en vitamina C, como naranjas, kiwis, tomates y espinacas
Complementos alimentarios como la jalea real y el propóleo también proporcionan una ayuda extra contra el frio
- Los problemas circulatorios presentes en la edad avanzada y que acompañan frecuentemente a muchas demencias se ven agravados por las bajas temperaturas, es recomendable vestirse bien, con prendas de algodón que permitan la circulación sin oprimir. Es importante evitar permanecer mucho tiempo en la misma posición ,realizaremos cambios posturales, para prevenir las ulceras de presión que son más propensas en época de frio
- Más ejercicio para ayudar a las articulaciones a vencer la rigidez y el dolor provocado por el frio, a su vez mejora la circulación periférica manteniendo las extremidades más calientes
- Aplicar calor seco de manera local, no solo en zonas de dolor, como la espalda o articulación, sino también en pecho y abdomen disminuirá nuestra sensación de frio.
Marina Preciado (Fisioterapeuta Alzhéimer “Tierra de Barros”)