Cuando la enfermedad de Alzheimer imposibilita la comunicación verbal (las palabras), la persona comprende mucho mejor la comunicación no verbal (los signos, los gestos, etc).

Pero, ¿Qué es la comunicación?

Es todo aquello que utilizamos para compartir, bien sean palabras, gestos, actitudes, expresiones faciales o corporales, dibujos, sonidos, etc.

La comunicación no verbal incluye:

• La expresión corporal: a través de los gestos corporales, la expresión facial, la posición y postura del cuerpo, el tacto y el contacto físico. Incluyendo así mismo los movimientos voluntarios e involuntarios que acompañan al mensaje o que lo dan por sí mismo.
• La expresión paraverbal o paralingüística, que son: el tono de voz, la acentuación, el volumen, el ritmo.
• La proxemia: es la distancia personal del espacio físico que rodea nuestro cuerpo y la cercanía en el contacto con otras personas.

Actuaciones concretas cuando las palabras fallan:

• Estimular con frases cortas y estereotipadas dándole el suficiente tiempo para que las repita o las conteste: -¡Buenos días! -¿Cómo estás? -¿Quieres leche sola o con café?
• A medida que avance la enfermedad, las preguntas cerradas serán la mejor opción: -¿Leche sola?….. Espera la respuesta y si no contesta, vuelve a preguntar…. -¿Leche con café?
• Repite las instrucciones dándole órdenes sencillas, concretas, concisas y secuenciales. Minimizando y sistematizando las actividades a medida que la enfermedad va evolucionando.

-Tómate la leche. -Coge el vaso.  -Bebe.

• Acompaña con gestos (la mímica) la acción que debe hacer si crees que no lo ha entendido, o acércale la mano al objeto.
• Procura que los objetos que normalmente utiliza estén a su alcance, para evitar la frustración de no poder acordarse de su nombre.
• Mantén el contacto ocular, siéntate a su lado si hace falta para mantener su propia altura corporal.
• Utiliza dibujos o imágenes para favorecer la comunicación.
• Gesticula despacio. No hace falta exagerar, simplemente evita los movimientos bruscos o demasiados rápidos.
• Si no puedes controlar la situación, sal fuera, respira hondo, tómate tu tiempo y vuelve a intentarlo (es de suma importancia transmitirles paz en todo momento, y tu te sentirás mejor).
• Proporciona un entorno tranquilo, sin ruidos. Evita las situaciones que puedan serle extenuantes. Lugares demasiado concurridos o con demasiadas personas o muchas distracciones.
• Mantén las revisiones médicas al día sobre la audición de tu ser querido.
• Si tienes que tocarle, que sea desde donde él pueda verte, para evitar asustarle.
• Tocándole con ternura le darás seguridad, comunicarás la afectividad, tranquilidad, confianza y no serán necesarias las palabras.
• Las personas con Alzheimer suelen tener unos sentimientos de abandono o de ser abandonados mucho mayores en algunas etapas, y suelen depender mucho de una sola persona, quizás ellos, no sepan explicar los motivos de su inquietud. Intenta adaptarte en lo posible a su situación y procúrale la máxima seguridad, indicándole dónde está y con quién. Haced actividades agradables para la persona, salid a pasear, etc.
• No le infantilices, no le trates como a un niño, háblale desde un tono de voz normal, suave, desde el cariño, con respeto y sin argots.
• Utiliza su nombre propio.
• No hables por él, dale tiempo a él mismo que realice su propia respuesta, o vuelve a repetir la pregunta haciéndola más sencilla.
• Utiliza auto registros para que los demás familiares o cuidadores puedan saber y aportar nuevas formas de comunicación. Recuerda que cada persona es única y que aprendemos a base de errores y aciertos.
• Utiliza los buenos momentos del pasado para estimular la comunicación.
• Los métodos más efectivos siempre serán: el cariño, la serenidad, la sonrisa y la creatividad.
• Escúchale y mírale desde tu corazón.

Puedes descargarte otro interesante manual de ayuda sobre comunicación desde aquí

 Fuente: https://www.alzheimeruniversal.eu/2016/11/16/comunicacion-con-pocas-palabras/