A medida que progresa la enfermedad, en el enfermo se altera la cognición, la actividad psicomotora, la esfera emocional, cambios de personalidad y manifiesta una menor interacción con personas y con el medio que le rodea.
Existe actualmente pocas investigaciones de las conductas pasivas en personas con enfermedad de Alzheimer, a pesar del reconocimiento de que la apatía, el retraimiento y la falta de actividad pueden constituir un aspecto significativo de deterioro conductual. La indiferencia, la falta de motivación, las dificultades en la comunicación, fatiga, desorientación y confusión favorecen la actitud pasiva del enfermo.
La situación de pasividad y aislamiento, acelera la condición de dependencia y determina un mayor esfuerzo en el cuidador para llevar a cabo las tareas de cuidado cotidianas.
¿Qué es la pasividad en el enfermo de Alzheimer?
Las conductas pasivas son aquellas asociadas con una disminución de los movimientos motores, la disminución de las interacciones con el medio ambiente, y los sentimientos de apatía e indiferencia. La pasividad se estima que afecta en torno a un 61 – 88 % de las personas con Alzheimer.
¿Cuándo y cómo comienza?
Puede comenzar al inicio de la enfermedad, gradualmente, el enfermo comienza a volverse pasivo. Podemos advertir algunos síntomas en diferentes situaciones en el inicio temprano de la demencia:
- La persona pospone planes o manifiesta su desinterés o desgana a realizarlos
- Si a la persona antes le gustaba salir o hacer actividades, ahora prefiere no implicarse o proferir excusas.
- Más dubitativo, necesita más tiempo para decidirse.
- Pérdida de impulso, de iniciativa.
Aparece como…
- Apatía, que se caracteriza por la pérdida de la iniciación y la motivación para participar en actividades, aislamiento social, y la indiferencia emocional. Comparte algunas de las características de la depresión se superponen (por ejemplo, disminución de la iniciativa y retraimiento social).
- Disforia, una falta de interés y motivación en el contexto de la indiferencia emocional.
- Aislamiento social, vacío y el aburrimiento, sensación de soledad.
- Retardo Psicomotor, enlentecimiento, problemas de equilibrio, caídas frecuentes.
- Depresión, pérdida de interés, tristeza, llanto.
- Negativismo, bloqueos, falta de iniciativa, evitación, nula o baja implicación.
- Abulia, pérdida de deseos, falta de elaboración de un pensamiento para determinar un curso de acción propositivo.
Fuentes:
Caring.com Paula Spencer Scott. 5 ways passive beahiour shows up a sign of early dementia.
Colling ,K.B (2000). A taxonomy of passive behaviours in people with dementia disease. J. Nurs scholarsh. 32 (3). 239-44