Jueves, 21 Julio 2016 14:03

COMO AFRONTAR LA EXCESIVAS DEMANDAS DEL ENFERMO DE ALZHEIMER

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Uno de los principales problemas  a los que tiene que enfrentarse el cuidador de un enfermo con demencia es la dependencia tan alta del paciente a medida que progresa la enfermedad.

Este hecho genera que cada vez sean más las exigencias en cuidados y atenciones que requiere el enfermo para estar bien cuidado. Con la consiguiente sobrecarga que supone para el cuidador principal.

Estas demandas tan excesivas y exigentes requieren una adaptación de la vida del cuidador para poder sobrellevar de forma efectiva y saludable esta etapa del cuidado.

Por eso, y ante las dificultades que a veces se presentan en estos momentos de la enfermedad, os recomendamos leer este estupendo artículo que explica de forma sencilla y útil estrategias para afrontar la problemática de forma positiva y eficaz.

 

En el transcurso de la enfermedad de Alzheimer, llegados al punto de etapas más severas, el nivel de dependencia es mayor. Esta consecuencia demanda mayores exigencias en cuidados físicos y médicos y una ayuda más especializada. Esta situación demanda al cuidador un ajuste y una adaptación continuos a una etapa que requerirá de éste un mayor esfuerzo e implicación. Las incesantes demandas y peticiones del enfermo, interrumpen consecutivamente al cuidador y fracciona su tiempo en unidades prácticamente insuficientes, dejándole apenas sin tiempo para rematar sus tareas.

Consejos para trabajar con fragmentos de tiempo:

Tener una rutina.

Una rutina diaria proporciona la estructura para ambos. Ten en cuenta que la rutina se puede modificar si no funciona. ¿Cómo hacerlo?: te lo explicamos en “¿Por qué se deben crear rutinas en Alzheimer?

Planificar juntos.

Incluir al enfermo en la medida de lo posible en la ejecución de las tareas, te permitirá controlar las conductas perturbadoras y ejercer un control acerca de su presencia al estar próximo a ti.

Mantener las promesas.

Si te llama y estás haciendo algo, siempre que no puedas acudir puedes decir “voy a estar allí en unos minutos”. A veces puede tratarse de dos minutos, o cinco, pero así sabe que irás. Lo que es importante es que sepa que vas a mantener tu promesa. Igual que a una persona sana no se le miente, a un enfermo de Alzheimer, aun con sus olvidos, tampoco debemos hacerlo (salvo pequeñas mentiras blancas o piadosas).

Hacer menús.

A veces no se tiene tiempo para planificar los menús semanales, por lo que se pueden planificar las comidas para menos días, p. ej. tres días.

Construir un “tiempo para mí” en el día.

Dejar media hora para leer o enviar un correo electrónico a familiares, se trasforma en una recarga de energía. Sin tiempo para ti, puedes llegar a ponerte de mal humor.

Practicar el autocuidado.

Utiliza el tiempo que está ocupado con otros profesionales para dedicarte tiempo a ti mismo. Por ejemplo, si lo acompañas a un centro de día, a unos talleres dedica el tiempo a tus necesidades.

La atención constante viene de la mano del cuidado. Puede llegar a ser frustrante, porque si no las satisface pueden llegar a comportamientos agresivos o impacientes. Podemos aprender a realizar nuestras tareas en fragmentos de tiempo, probar diferentes métodos, y trabajar de manera más eficiente. Todo esto es posible. Y recuerda, la vida misma es solamente un fragmento de tiempo.



Fuente: http://www.alzheimeruniversal.eu/2016/07/18/demanda-constante-alzheimer/

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