Parece obvio que si tenemos calor buscamos sombra o un lugar fresco, nos vestimos con ropa adecuada y bebemos agua, pero cuando tus capacidades cognitivas y sensoriales se ven alteradas no es tan fácil o bien manifestar que se encuentra uno mal o que hacer para refrescarse, por lo que debemos prestar especial atención a nuestros enfermos, que no podrán comunicarnos que les pasa, para detectar los síntomas que se presentan ante un golpe de calor:
- sed intensa y sequedad en la boca
- temperatura mayor a 39º C (medida en la axila)
- sudoración excesiva
- sensación de calor sofocante
- piel seca
- agotamiento, cansancio o debilidad
- mareos o desmayo
- calambres musculares
- agitación
- dolores de cabeza (sensación de latido u opresión) estado de confusión y desorientación
Para evitar que aparezca debemos hacer que nuestro enfermo ingiera líquidos al menos cada media hora, se vista adecuadamente, con ropa ligera y que traspire y no se exponga al sol más de 15 minutos seguidos, si aun así después de todas las precauciones observamos que se encuentra raro nuestro enfermos la primera opción es refrescarlo, bañarlo, hidratarlo bien y acudir al centro de salud más cercano lo antes posible.
Marina Preciado Hortigón (Fisioterapeuta Centro de Día de Alzhéimer “Tierra de Barros”)