Miércoles, 22 Junio 2016 11:44

LA APATÍA, UNO DE LOS SÍNTOMAS MÁS DESCONOCIDOS DE LAS DEMENCIAS NEURODEGENERATIVAS

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La apatía es un sentimiento que suele manifestarse con frecuencia en las personas mayores. Se puede definir como una dificultad constante para tener motivación, pérdida de interés por los demás, por uno mismo y por el entorno que les rodea.

Las personas apáticas no sienten el deseo o la necesidad de realizar las actividades que antes les generaban  satisfacción. Carecen de iniciativa, no son capaces de plantearse metas a medio plazo, manifiestan problemas de rendimiento cognitivo y una respuesta afectiva muy escasa y empobrecida.

Es importante tener en cuenta este síntoma afectivo-comportamental, porque es uno de los que se presentan más frecuentemente en las demencias neurodegenerativas como el mal de alzhéimer, y también uno de los más desconocidos, entre otras cosas porque la apatía siempre suele asociarse a trastornos depresivos.  Pero no todos los depresivos se sienten apáticos, ni todos los apáticos están depresivos.

Leed el siguiente artículo porque refleja de forma fiable y explícita la diferencia entre la apatía como síntoma de depresión y la apatía como síntoma de deterioro cognitivo patológico.

 Cuando hablamos de las demencias, la apatía es un síntoma frecuente. Y particularmente en la enfermedad de Alzheimer, según avanza el deterioro, tiene una presencia creciente  en la vida de los afectados. Es importante afrontarla  ya que puede hacer que la enfermedad evolucione de forma más rápida, siendo un marcador de mayor gravedad, peor manejo clínico y peor pronóstico.

La apatía es una consecuencia de alteraciones neuroquímicas o estructurales en nuestro cerebro y puede manifestarse  tanto con criterios clínicos propios como un síntoma dentro de otros síndromes (demencia, depresión, Alzheimer, Parkinson…).

La apatía, se presenta con relativa frecuencia en personas de edad avanzada, y  es un déficit persistente de la motivación, caracterizado por la pérdida de interés por los demás, por uno mismo y por el entorno. La persona con apatía no siente el impulso de realizar actividades que antes le producían satisfacción, carece de iniciativa, no es capaz de plantearse metas, tiene problemas de rendimiento cognitivo y manifiesta una escasa respuesta afectiva.

Esta indiferencia muy significativa ante estímulos agradables o desagradables se conoce como aplanamiento emocional.

La persona apática ha perdido, o no tiene, interés en llevar a cabo actividades, le falta la motivación para empezar cosas nuevas, presenta dificultad para involucrarse en una conversación o para hacer tareas, y se muestra indiferente de manera habitual.

La apatía puede ser un síntoma de la depresión pero es importante diferenciar la depresión y la apatía pues no todos los depresivos son apáticos ni todos los apáticos padecen depresión. El ánimo triste, síntomas como sentimientos de culpabilidad, pesimismo, autocrítica, desesperanza, o incapacidad de experimentar placer, pueden estar presentes en la depresión y ausentes en la apatía.

En la apatía hay una pérdida de la respuesta emocional: nada atrae su atención. En ladepresión, la persona puede parecer apática porque no muestra interés ni iniciativa, pero existe tristeza, tendencia al llanto, angustia, sensación de impotencia y sentimientos de culpa. La tristeza, la indefensión, el sentimiento de soledad, etc. están presentes en la depresión, pero ausentes en la apatía.

Es poco frecuente que la apatía se manifieste de forma aislada. Algunos casos pueden precisar tratamiento farmacológico, por lo que el diagnóstico diferencial con la depresión e identificar el tipo de enfermedad neurodegenerativa que la provoca es esencial.

Si nuestro familiar sufre apatía hay algunas recomendaciones, que pueden ayudarnos amotivarle y estimular su actividad:

- Estimular la participación en actividades placenteras. Si se conoce alguna actividad que le resultase agradable anteriormente y sea fácil de realizar, ayudarle a iniciarla y dejar que continúe. No olvidar que nunca sale de él hacer nada, por lo que se deben proponer cosas e incluso guiarle al comienzo de la actividad (pero sin forzar).

-Fomentar sus relaciones sociales y la conexión con el entorno.

- Evitar hacer comentarios continuos sobre su falta de actividad y criticarle por su pérdida de interés e iniciativa.
Si empieza una tarea y no la termina, no criticarle.
Felicitarle por lo que ha hecho e incluso simplemente por intentarlo.

- Pedir su colaboración en algunas tareas pero sin llegar a ponerle nervioso. El nivel de exigencia debe empezar siendo muy bajo e ir aumentando poco a poco hasta llegar al nivel de actividad que tolere mejor.

- No juzgarle por su falta de afecto, por su despreocupación ante los problemas, etc. La persona no tiene la culpa, es la enfermedad la que le impide ser como antes.

Fuente: http://www.hechosdehoy.com/la-apatia-un-sintoma-significativo-en-la-enfermedad-de-alzheimer-52347.htm

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