Como ya es costumbre en nuestra web, cada cierto tiempo nos gusta daros referencias bibliográficas de ciertos libros que pueden resultar útiles e interesantes para aumentar nuestros conocimientos sobre todo lo que tenga que ver con las demencias.
Por eso hoy vamos a recomendar este estupendo libro “Los siete pecados de la memoria”, escrito por Daniel Shacter, profesor de psicología en la universidad de Harvard y que no es explica de forma detallada, dinámica y sencilla, no solo el funcionamiento de nuestro memoria, sino sus errores, sus contradicciones, sus equívocos, en resumidas cuentas, sus siete pecados o fallos más comunes. Porque la memoria no es infalible, y un fallo de la misma no siempre significa que vayamos a padecer o estemos sufriendo una demencia.
Esta diferencia entre lo normal y lo patológico es la parte más importante del libro, porque ayuda a entender de lo que si y lo que no debe preocuparnos en cuanto a los problemas de memoria que podamos padecer en algún momento de nuestra vida.
Quien desee ampliar la información sobre el libre, que no dude en seguir leyendo.
Es fácil afirmar que, sin memoria, no hay pasado. Lo revolucionario es que la neuropsicología ha descubierto que, sin memoria, tampoco hay futuro. Curiosamente, cuando imaginamos lo que viene, se activan las mismas partes del cerebro que cuando recordamos el pasado.
A nadie le extraña ya que nuestra memoria no sea un fiel registro de las experiencias vividas. El cerebro crea, completa e inventa para dar coherencia al pasado. Pero lo que ahora se está demostrando es que si la memoria nos falla y nos juega malas pasadas, es para unificar mejor nuestro yo presente con el del pasado, e incluso con el del futuro.
Mediante técnicas de neuroimagen y experimentos psicológicos, Daniel Schacter, profesor de psicología de la U. de Harvard y especialista en memoria y neuropsicología y autor del libro Los siete pecados de la memoria, estudia los engranajes de la memoria. Schacter explica que la memoria no es tan fiable cuando lo que intentamos recordar son los detalles de lo que ha sucedido hace tiempo. Pero, a veces, cuando la memoria parece engañarnos, lo hace para sintetizar el significado general de nuestra experiencia, para darle un sentido a lo que nos ha sucedido.
Los siete pecados de la memoria. Puedes tener toda la información sobre el libro y, si te interesara, comprarlo.
http://www.eduardpunset.es/libros
“Los 7 pecados de la memoria” es el título del libro de Daniel Shacter especialista en Psicología por la Universidad de Harvard. Hoy hablamos del fascinante libro de D. Shacter “ Los 7 pecados de la memoria”
La neuropsicología ha descubierto que la memoria no es solo vital para recordar el pasado, lo es también para que pueda existir el futuro. Cuando imaginamos lo que está por ocurrir activamos exactamente las mismas zonas del cerebro que cuando estamos recordando cosas pasadas.
Hoy sabemos que hay regiones cerebrales importantes para el almacenamiento de cierto tipo de información. Pero sin embargo el recuerdo de una determinada experiencia concreta está compuesto de fragmentos de información que nuestro cerebro no guarda “en un mismo lugar”, sino en diferentes lugares del cerebro”.Cuando recordamos nuestro cerebro recupera esos fragmentos de información desde las diferentes lugares y los une para darnos ese recuerdo.
Daniel Shacter autor del libro “
Los 7 pecados de la memoria”, ha estudiado los mecanismos de la memoria. Valiéndose de técnicas de
neuroimagen y de experimentos psicológicos. En su libro nos cuenta como, la memoria no es tan fiable en los detalles, nuestra memoria puede engañarnos.
Existen dos tipos de memoria.
Memoria episódica: Recuerda detalles de sucesos, experiencias vividas
Memoria Semántica: Se encarga de archivar nuestros conocimientos lo que hemos ido aprendiendo.
Los 7 pecados de la memoria Daniel Shacter: Los 3 primeros les llama “Pecados por omisión”. A partir del 4º les llama “pecados por comisión”
- 1. Nuestra memoria se debilita con el paso del tiempo. A mayor uso de la memoria, del conocimiento y de la experiencia mejor será el grado de memoria. Lo que no se usa se va perdiendo. El peso de su memoria lo atormentaba y lo llevó al suicidio. En el cerebro normal la curva del olvido registra cómo -dentro de las 8 horas posteriores al suceso- el cerebro borra el 80% de los sucesos. Dependerá del interés y de los repasos el fortalecimiento de las huellas mnémicas y de las redes neuronales. Recuerdo y olvido más que adversarios deben ser aliados estratégicos en la construcción de un sistema memoria eficaz.
2. La distracción. Si nos presentan a alguien y no prestamos atención no podremos recordar su nombre. El grado de interés es importante en la atención y esto repercute en el recuerdo.
3. El bloqueo, o “ Lo tengo en la punta de la lengua”. ¿Cuantas veces nos ha sucedido que queremos recordar algo y en ese momento es imposible?. En estos casos lo mejor no empeñarse en recordar. Es mejor relajar la mente y tratar de relacionar episodios o recuerdos asociados a aquello que deseamos recordar. Seguramente cuando menos lo esperes el recuerdo vendrá solo.
4. Recordamos algo pero alteramos detalles (que nuestro cerebro rellena para dar coherencia). Es esto de “recordar el hecho pero alterar el orden, la fuente etc”. Por ejemplo asociar una secuencia de hechos en la escena de un crimen a una persona, que quizás no tuvo nada que ver pero estaba allí o hizo algo que nos resultó extraño.
5. La sugestión: Un recuerdo puede ser modificado, alterado o manipulado por personas hábiles en la manipulación. Haciendo que recordemos cosas inexistentes o logrando asociaciones de hechos falsas pero que llegamos a recordar como ciertas.
6. Lo que creemos nos condiciona. Nuestras experiencias, conocimientos y creencias actuales pueden afectar el recuerdo original que tuvimos. Tendemos a adaptar el pasado a lo que ahora creemos.
7. Dificultad para olvidar hechos traumáticos. Tenemos una tendencia a repetir mentalmente los sucesos traumáticos,. De tal forma que nuestra memoria los graba con todo lujo de detalles. En trastornos como el estrés postraumático la rememoración de experiencias es parte fundamental del desarrollo del trastorno.
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