La gran mayoría de nuestros enfermos poseen algún tipo de deformidad en los dedos de los pies,  debido sobre todo por su edad avanzada, aunque son también determinantes otros factores:

-          La presencia de una hallux valgus( desviación hacia la línea media del primer metatarsiano, conocido también como juanete ); deformidad  que empuja  y deforma el arco anterior del pie, modificando la dinámica de los dedos

-          Un pie cavo ( pie con mucho arco plantar)

-           El uso continuado de un calzado inadecuado, con mucho tacón y estrecho en la puntera, por eso es más frecuentes este tipo de deformidades en mujeres mayores

Una de las deformidades más frecuentes son los dedos en garra, que afecta a los cuatro últimos dedos del pie, las falanges proximales se encuentran en extensión y las medias  en flexión, es una deformidad tratable con fisioterapia en sus fases iniciales pero cuando se instaura por completo la deformidad solo es reductible con intervención quirúrgica.

¿ Qué se puede hacer cuando vemos que empiezan a deformar?

-          Termoterapia para relajar las estructuras antes de tratarlas

-          Movilizaciones pasivas y activas asistidas correctoras, al igual que estiramientos de las estructuras retraídas.

-          Tonificación de la musculatura débil

-          Adecuar el calzado a la nueva situación

-          Prótesis  digitales de elongación y plantillas para una correcta deambulación.

Debemos tener especial cuidado en la higiene del pie, acudiremos al podólogo con asiduidad para tratar callos, ojos de gallo, deformidades en la uña… que nos provoque dolor y nos dificulte la marcha.

Marina Preciado Hortigón (Fisioterapeuta  Centro de Día de Alzhéimer “Tierra de Barros”)