Esta semana una cuidadora me preguntaba: ¿pero que zapato le pongo? ¡Si todos le vienen mal! La misión de encontrar un calzado cómodo y que no nos haga daño al andar ya resulta difícil en la mayoría de las ocasiones, cuanto mas para nuestro familiar, que no siempre es capaz de comunicarse adecuadamente. Por eso hoy os hablare de los imprescindibles que debe tener un calzado para resultar efectivo y seguro:

- Tacón de 2 a 5 centímetros, evitaremos el calzado plano, que no sujeta el arco plantar y da problemas de dolor en la planta del pie (fascitis plantar)

- El material debe ser adaptable y suave, capaz de adaptarse a las deformidades que presenta un pie de edad avanzada, tales como juanetes, dedos martillo… prestaremos especial atención al quitar el calzado para observar si presenta rozaduras o zonas rojas que nos indicaran puntos de presión

- La suela del zapato debe ser gruesa y blanda al andar, aportando confort al paso y facilitándolo en caso de artrosis.

- La horma del zapato debe ser ancha y preferiblemente ajustable con velcro, ya que los pies suelen hincharse a lo largo del día, aun mas cuando existen problemas circulatorios. Zapato cerrado por detrás o bien sujeto, cuidando la inestabilidad que provoca un zapato abierto.

- Importante es adecuar el zapato a la época del año, en verano debe ser tejido permeable para evitar el sudor y la proliferación de hongos y en invierno calentito e impermeable.

- Y por ultimo y lo mas importante suela antideslizante para un paso seguro