Parecía que el frío invernal se resistía, tras unas navidades mas amarillas que blancas, las bajas temperaturas han llegado para quedarse, por eso debemos estar alerta a las posibles lesiones que puede provocar el frío en nuestros mayores, estas pueden ser:
- Generales, como el enfriamiento y la hipotermia
- Locales, como las quemaduras por frío, grietas, eritema pernio ( comúnmente conocido como sabañones) e incluso congelaciones
Las lesiones generales son mas fáciles de evitar, basta con mantener una serie de medidas preventivas, tales como llevar ropa de abrigo suficientemente amplia, que no apriete, calzado ancho y calcetines dobles, protegerse del viento y evitar mojarse.
A las lesiones locales debemos prestarles un poco más de atención, ya que debido a la sensibilidad reducida y los problemas circulatorios de nuestros mayores pueden sufrirlas sin casi darse cuenta. Las mas frecuentes son los sabañones, que se caracterizan por presentar enrojecimiento e inflamación, además de picor y quemazón, son producidos por un déficit de circulación periférica, siendo mas frecuentes su aparición en manos, pies y orejas, donde las zonas además están mas expuestas al frío, desaparecen normalmente a la semana, aun así a modo preventivo y ante la aparición de los primeros síntomas podemos actuar para evitar que se agraven:
- Usar ropa adecuada para evitar la exposición al frío, guantes, orejeras, calcetines térmicos…
- Masajear la zona propensa de modo superficial para favorecer la circulación, cremas ricas en urea, aceite rosa mosqueta, árnica o incluso thrombocid pomada
- Consumir alimentos ricos en vitamina D para estimular la circulación, como pescados, huevos, setas… y alimentos ricos en vitamina C y A para restaurar los tejidos dañados como los pimientos, naranjas, zanahorias, verduras de hoja verde…
- Ejercicio de modo continuado para favorecer la circulación de retorno