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Un grupo de investigadores de la universidad de Bonn, en Alemania, han descubierto una nueva proteína llamada ASC, que parece ser clave en la progresión de la enfermedad de alzhéimer. En dicho estudio, realizado con ratones, se comprobó que al controlar la acumulación de dicha proteína, además de la Beta amiloide, se conseguía parar la progresión de la enfermedad.

No es la primera vez que hacemos referencia a las propiedades del Té verde y sus beneficios a nivel cerebral, pero ya hay una constancia científica de ello, ya que una investigación del departamento de química y biología de la Universidad de McMaster en Canadá ha concluido que un compuesto del té verde altera la formación de las placas tóxicas que provocan la enfermedad de alzhéimer.

La hipertensión es una de las afecciones cardiovasculares más comunes y frecuentes en la sociedad actual. Su incidencia es altísima entre la población mundial, y va asociada a un mayor riesgo de muerte. Pero ahora también se ha comprobado, a partir de un estudio realizado por un equipo de investigadores de Oakland (EEUU), que las mujeres que sufren hipertensión arterial entre los 40 y los 50 años, tienen una mayor probabilidad de padecer demencias neurodegenerativas en un futuro. Si esto es así, ya conocemos una causa más por la que el riesgo de demencia sigue siendo mayor en las mujeres que en los hombres.

En el Hospital Real de Melbourne (Australia), se ha comenzado a desarrollar un nuevo ensayo clínico para probar la efectividad de un fármaco que tiene como diana terapéutica la demencia fronto-temporal.

El alzhéimer familiar de inicio precoz es una variante de la enfermedad que afecta a un reducido número de familias portadoras de una mutación genética autosómica dominante, esto quiere decir que si un hijo hereda el gen defectuoso de alguno de sus progenitores, casi con total seguridad padecerá la enfermedad antes de los 60 años.

Es un tipo de alzhéimer hereditario, cuyo inicio tiene que ver con un gen defectuoso y no con acumulaciones de proteínas tóxicas en el cerebro, pero su evolución y sus síntomas son casi idénticos al otro tipo de alzhéimer, por lo que su estudio para buscar alternativas farmacológicas nuevas y eficaces resulta crucial.

No es la primera vez que la ciencia ha conseguido establecer una conexión entre el deterioro cognitivo de tipo patológico, presente en las demencias neurodegenerativas y el exceso de peso de quien lo padece.

Un equipo de investigadores del CSIF hizo público en la revista “Angewandte Chemie, International Edition” los resultados más que prometedores del último estudio que han llevado a cabo con la molécula MBA354, que ha demostrado tener, en estudios in vitro, una enorme capacidad terapéutica para tratar de forma eficaz el mal de alzhéimer. Pronto se pondrá en marcha el estudio pre clínico de esta super molécula para comprobar sus resultados en humanos.

Ojalá los resultados sean igual de prometedores que en el laboratorio.

Los científicos llevan bastante tiempo intentando establecer una relación entre la pérdida de olfato y el mal de alzhéimer, sobre todo después de haber comprobado que las neuronas olfativas son las primeras que se deterioran cuando aparece la enfermedad, incluso 20 o 30 años antes de la aparición de la misma.

Por eso, un equipo de investigadores de la universidad canadiense de McGill ha concluido, tras los resultados del mismo, que existe un vínculo entre la pérdida del olfato y la indicación temprana de la enfermedad.

Para ello, intentaron que un grupo de personas determinara la diferencia olorosa de varios productos que olían a chicle, gasolina, o limón.

Si al final los resultados son concluyentes, podríamos estar ante una vía interesante para la detección temprana del mal del olvido.

Según un estudio que fue publicado recientemente en la revista de divulgación científica “The British Journal of Sports Medicine” la práctica de, al menos tres veces a la semana, de ejercicio físico suave y sencillo como es caminar, fortalece la función cerebral y las habilidades cognitivas de las personas que sufren demencia vascular.

Esta sencilla actividad física ayuda a mejorar el bienestar de quienes desarrollan esta forma de demencia neurodegenerativa. La segunda en número de casos tras la demencia alzhéimer.

Siempre hemos sabido que niveles altos de estrés mantenidos en el tiempo de forma duradera causan un daño irreparable a nuestro organismo, pero lo que acaben de descubrir un grupo de investigadores en la materia es aún más grave, y es que el cerebro envejece mucho más rápido si está sometido durante un tiempo prolongado a niveles altos de estrés y ansiedad.

Por eso ahora podemos afirmar con mayor rotundidad que la ansiedad y el estrés son factores de alto riesgo para el deterioro cerebral.