La incontinencia, o dificultad e imposibilidad de un enfermo para controlar sus esfínteres, es quizás uno de los síntomas más angustiosos tanto para el enfermo, si aún es consciente de ciertas limitaciones que padece, como para los cuidadores.
Es muy difícil saber a ciencia cierta cómo controlar este tipo de situaciones ya que a veces los problemas de incontinencia no obedecen a ninguna causa o razón, simplemente suceden como un paso más el camino del deterioro físico y cognitivo que provoca la enfermedad, pero sí que hay determinadas pautas que pueden seguirse para combatirla, en la medida de lo posible para afrontarla con relativa eficacia, sin que suponga un momento angustioso para paciente y cuidador cada vez que suceda.
Por eso no podéis dejar de leer este interesante artículo que compartimos con vosotros a continuación, porque os dará pautas y estrategias útiles para este tipo de complicaciones derivadas de la enfermedad.