Es por eso que recomendamos la lectura de este artículo, ya que aporta una serie de consejos útiles para poder sobrellevar este cambio de la mejor manera posible.
El cambio al horario de verano es quizás, el que mayor trabajo cuesta a nuestro organismo a la hora de adaptarse, porque pasamos a tener que pasar un día de 23 horas, como todo lo que eso conlleva.
En el caso de las personas con alzhéimer o demencia, la adaptación es aún más lenta complicada, ya que los problemas de orientación espacio temporal derivados de la enfermedad, agudizan síntomas que se sufren con el cambio horario, como irritabilidad, o desinquietud.
Es por eso que recomendamos la lectura de este artículo, ya que aporta una serie de consejos útiles para poder sobrellevar este cambio de la mejor manera posible.