La estimulación cognitiva y física consiguen ralentizar la evolución de la Enfermedad de Alzheimer. Ésta es una de las principales conclusiones de la conferencia que ha impartido Luis Gangoiti, director médico del Instituto de Rehabilitación Neurológica de NeuroMadrid, en el II Encuentro de Sanitas para Familiares de Enfermos con Alzheimer celebrado en Madrid y en el que también participa Ventura Anciones, director médico de los Servicios de Neurología y Neurofisiología del Hospital Sanitas La Zarzuela.
Tal y como ha explicado Gangoiti, gran parte de la población geriátrica tiene problemas por déficit de movilidad, algunos derivados de la propia ancianidad que, además, pueden verse empeorados cuando las personas padecen una alteración cognitiva, como es el caso de la Enfermedad de Alzheimer. “Esto les produce limitaciones en la realización de actividades de la vida cotidiana, sobre todo las transferencias (ponerse de pie desde la posición de sentado), la marcha o incluso subir y bajar escaleras”, puntualiza.
Según Gangoiti, es necesario en estos pacientes la realización de programas de ejercicios de tipo aeróbico sencillos, realizados en un medio seguro, “normalmente supervisados por su familia o por algún terapeuta entrenado, pero siempre basados en rutinas específicas, no variando el lugar de entrenamiento, ayudando mediante órdenes verbales o ejemplos visuales, reduciendo así la sensación de angustia durante el ejercicio”.