Martes, 30 Agosto 2016 14:03

LA IMPORTANCIA DE PREPARAR CORRECTAMENTE LA VISITA AL ESPECIALISTA

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cerebro especialista

Las demencias neurodegenerativas son enfermedades multifactoriales y multi sintomáticas que requieren de visitas continuas y frecuentes a determinados especialistas médicos (Neurólogos, psiquiatras, médicos de familia, neuro psicólogos, etc.)

Por eso es importante que el acompañante del enfermo, que en muchos casos suele ser el cuidador principal, lleve las visitas convenientemente preparadas, para poder, en el escaso tiempo de que se dispone, dar al especialista la máxima información posible sobre el enfermo, y sobre todo, aclarar y solventar todas las dudas que al respecto de la enfermedad pueda tener.

En el artículo que podéis leer a continuación se especifican una serie de consejos útiles para abordar, de la mejorar forma posible, estas visitas médicas.

No dejéis de leerlo y de aplicarlo cuando sean  necesarios.

 

¿Por qué es importante prepararse la visita?

El diagnóstico y el seguimiento de una demencia es un proceso complejo, que necesita de la aportación de diferentes especialistas y que muchas veces requiere además varias visitas: puede ser difícil diferenciar una demencia de otras causas de deterioro cognitivo sobretodo en estadios iniciales, cuando los déficits son más leves.

Es evidente que realizar las preguntas pertinentes durante la visita es responsabilidad del especialista, pero es importante dar información significativa para facilitar este proceso diagnóstico y el seguimiento de la persona con demencia a lo largo de la enfermedad. Es frecuente además que los familiares olviden preguntar algunas dudas durante las visitas. A esto se le añade el hecho de que las visitas con el especialista suelen ser espaciadas en el tiempo. Por lo tanto, es importante organizarse antes para poder proporcionar información relevante y resolver cualquier duda que tengamos. Saber qué es importante para el médico nos ayudará a entender mejor la enfermedad y probablemente seremos mejores informadores.

A continuación presentamos algunos aspectos generales que pueden ayudarnos organizar la información.

El acompañante

La persona que consulta por problemas de memoria siempre debe ir acompañada de una persona cercana (familiar, allegado…) que conozca bien al paciente y pueda proporcionar información fiable de cómo está. La persona más indicada es aquella que vive con el paciente y que puede aportar información relevante del día a día. Recomendamos además, en el caso frecuente de que se trate de una persona mayor, ir acompañado a la visita no sólo por su pareja, sino también por algún hijo, si es posible. La demencia no sólo va a provocar cambios en la persona que la padece, sino que también va a alterar la dinámica familiar. Por lo tanto, la implicación de hijos que estén bien informados del estado del paciente en todo momento es crucial. Además, en estadios iniciales, el paciente puede tener conciencia parcial de sus fallos cognitivos (por ejemplo, admitir que le falle la memoria pero justificar que es por la edad).

¿Qué se valora?

En las visitas, tanto en la primera como en las siguientes, se valora el cambio:

En la primera visita se valora qué cambio ha habido desde que empezaron los síntomas: qué ha dejado de hacer o en qué actividades tiene más dificultades. Es decir, qué hacía antes que ahora no puede hacer. En las visitas siguientes se valora qué cambios ha habido desde la anterior visita; esto nos dará una idea de la evolución de la enfermedad (de la forma de progresión y velocidad del deterioro).

Síntomas actuales: ¿qué le pasa?

• Funciones cognitivas:

– ¿Tiene problemas de memoria? Repetir o preguntar varias veces lo mismo, perder
cosas por casa (gafas, monedero…), olvidar citas o fechas…
– ¿Tiene problemas de lenguaje? Mostrar dificultades para decir el nombre de las cosas o de las personas, o para comprender conversaciones o cosas complejas; equivocarse cuando habla porque cambia palabras…
– ¿Razona bien? ¿Puede resolver situaciones nuevas igual de bien que antes?
¿Puede improvisar? ¿Qué pasa cuando hay un cambio en la rutina?

• Capacidad funcional (funcionamiento diario):

– ¿Tiene problemas alrealizar las actividades diarias habituales? ¿Qué dificultades tiene? ¿En qué actividad (cocinar, conducir o utilizar transporte público, manejar electrodomésticos, recordar las citas con los médicos y las horas en que se tiene que tomar el tratamiento, manejar dinero, utilizar el teléfono…)?

• Movilidad:

– ¿Tiene problemas de movimiento? ¿Está más torpe? ¿Se ha caído últimamente?En ese caso,¿cómo ocurrió la caída?

• Aspectos básicos de la vida diaria:

– ¿Ha habido cambios en la forma de alimentación, descanso nocturno, continencia de esfínteres o en el hábito de higiene?

• Personalidad y conducta:

– ¿Le ha cambiado el carácter? ¿Cómo está de ánimo? ¿Se da cuenta de sus fallos

(por ejemplo, que le falla la memoria)? ¿Cómo reacciona ante los fallos?

– ¿Tiene ideas que no son ciertas? ¿Ve u oye cosas que no están? ¿Presenta algún

otro cambio importante de carácter respecto a su forma de ser de siempre?

• Tiempo de evolución, forma de inicio y progresión: ¿Desde cuándo le pasa? ¿Cuándo tiempo hace que empezó? ¿Tiene la sensación de que está peor poco a poco? ¿Tiene días buenos y días malos?

• Enfermedades pasadas y actuales (todas, incluidos trastornos psiquiátricos o que han requerido de tratamiento psiquiátrico). Lista de tratamientos actuales y dosis.

• Antecedentes familiares de enfermedades.

• Pruebas complementarias: en caso de que se tengan, se puede aportar analítica reciente, prueba de neuroimagen (TAC o resonancia magnética cerebral) o valoración neuropsicológica. Los especialistas determinarán si debe repetirse alguna de estas pruebas. Si no, se determinará la necesidad de pedirlas. Muchas veces, para disponer de más información o con objetivos terapéuticos, el médico puede derivar al neuropsicológo para una valoración cognitiva exhaustiva. El especialista suele administrar algunas pruebas sencillas y rápidas al paciente para
explorar cómo está cognitivamente y también algunas preguntas al cuidador en referencia al estado del paciente. Tanto paciente como cuidador siempre deberán tener a mano gafas (si necesita de ellas), prótesis auditivas, etc., para poder realizar las pruebas con
comodidad y fiabilidad.

Recomendamos también anotar cualquier duda o aspecto que queramos explicar y tener la lista a mano en la visita: el hecho de anotar facilita además que lo recordemos.

Además, es importante saber que hay síntomas que son importantes y que no necesariamente parecen estar relacionados con la enfermedad.

En resumen: saber qué información es importante para el diagnóstico y el seguimiento facilita al profesional su labor y al mismo tiempo nos ayuda a comprender mejor la enfermedad.

¿Quién ha escrito este post?

Noemí Cerulla. Psicóloga Consorci Sanitari de Terrassa (Barcelona)

Fuente: http://knowalzheimer.com/como-preparar-la-visita-al-especialista/

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