Miércoles, 09 Noviembre 2016 11:54

COMO COMBATIR EL ESTREÑIMIENTO EN PERSONAS CON DEMENCIAS NEURODEGENERATIVAS

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estreñimiento

El estreñimiento es uno de los problemas físicos más frecuentes que puede sufrir un enfermo con enfermedad de alzhéimer. La lentitud en la motilidad intestinal, derivada de la falta de actividad física y de las deficiencias en las funciones cognitivas básicas, puede hacer que un enfermo padezca con frecuencia este problema de evacuación, con el consiguiente malestar que conlleva tanto para él como para sus cuidadores.

Por eso queremos combatir con vosotros este monográfico en  el que se dan ideas y consejos útiles para combatirlo y tratarlo correctamente.

 

Siempre he estado en contra de los consejos, porque aconsejar es muy fácil, lo difícil es hacerlo a la persona adecuada, en el instante preciso y con el consejo oportuno, motivo por lo que en lugar de aconsejar, prefiero recomendar. Y hoy si me permitís, voy a hacerlo sobre el estreñimiento en nuestros familiares o personas con demencia.

El estreñimiento se define como la evacuación lenta, difícil o poco frecuente de las heces a través del intestino grueso.

Entre sus múltiples causas, se encuentran la dieta, la ansiedad, los fármacos o la falta de actividad y ejercicio. Si esto ya nos puede causar problemas a cualquier persona, sin estar enferma, aumenta cuando se padece cualquier tipo de demencia.

Nuestro hábito intestinal es distinto para cada persona y edad, y puede verse afectado por factores psicológicos, sociales, culturales y alimenticios. La frecuencia habitual suele oscilar entre las dos o tres diarias y la misma cantidad pero a la semana.

Cuando se deja de evacuar durante unos días, más de los habituales, por ejemplo dos semanas, debemos pensar en la posibilidad de que exista una obstrucción mecánica (por ejemplo, adherencias intestinales) o en una complicación traumática

En el caso de la enfermedad de alzhéimer, en su fase media y avanzada los movimientos intestinales se alteran debido a múltiples circunstancias, en este caso se unen los trastornos neurológicos con la inactividad, falta de ingesta de frutas y verduras, y poca ingesta de agua.

La dieta ideal

Gran parte de nuestras necesidades alimenticias las cubrimos con proteínas, grasas e hidratos de carbono contenidas en una parte de los vegetales conocida como citoesqueleto.

Es en esta zona donde se encuentra la fibra vegetal o dietéticas, una sustancia con características diferentes según el alimento de procedencia y la preparación culinaria.

La fibra alimentaria es la parte de los alimentos vegetales que no son digeribles ni absorbibles por el aparato digestivo humano y que sufren fermentación, total o parcial, en el intestino por acción de la flora intestinal.

Aunque no se considera un nutriente, sus efectos son muy importantes y por ello se recomienda su ingesta diaria como parte de una dieta sana y equilibrada. Está formada por un grupo de sustancias muy heterogéneo (celulosas como la piña, chirimoya o cereales integrales; mucílagos, gomas, lignina como la del arroz, avena, cebada o judías verdes; pectinas, algunas sales minerales, etc) que se pueden clasificar en dos grandes tipos, la fibra soluble y la fibra insoluble, cada una con un mecanismo de acción diferente y características específicas.

Fibra soluble

La fibra soluble es el grupo de fibra alimentaria formado por sustancias no digeribles que se disuelven en agua. Por ejemplo, inulina, pectinas, gomas y fructooligosacáridos. = manzanas, cítricos, zanahorias, berenjenas, calabaza, higos, plátanos, peras y ciruelas. Al estar disueltas, están listas para ser fermentadas en el intestino produciendo gases y diversas sustancias, muchas de ellas con actividad fisiológica.

La fibra soluble capta mucha agua y forma geles viscosos disminuyendo la consistencia de las heces, lo que favorece las deposiciones. Al ser muy fermentable, también favorece el crecimiento de la flora intestinal actuando como prebiótico.

El crecimiento bacteriano hace que aumente el volumen fecal (hasta 1/3 del volumen de las heces pueden ser bacterias de la flora), lo que estimula el movimiento intestinal y favorece el tránsito, esto es, su movimiento como las olas del mar, en nuestro intestino.

Además de facilitar el tránsito intestinal, la fibra soluble afecta a la digestión, absorción y excreción de colesterol y se relaciona con una mejora de la salud cardiovascular al ayudar a mantener los niveles de colesterol en el organismo. También afecta al índice glucémico reduciendo la glucemia postprandial, lo que ayuda a controlar la diabetes.

La fibra soluble se encuentra principalmente en fruta, legumbres y verduras en general. Beneficios de la fibra soluble

• Regula el nivel de azúcar en la sangre, siendo beneficioso para diabéticos.
• Ayuda a reducir el colesterol total y el colesterol LDL.

¿En qué alimentos encontramos fibra soluble?

• Cereales: avena, salvado de avena y cebada.
• Semillas: semillas de lino.
• Legumbres: guisantes y frijoles secos.
• Frutas: naranjas y manzanas.
• Hortalizas: zanahorias.

Fibra insoluble

La fibra insoluble es el grupo de fibra alimentaria formado por sustancias que NO se disuelven en el agua. Destacan celulosa, hemicelulosa, lignina y almidón resistente. Resisten bastante la fermentación bacteriana en el intestino siendo algunas sustancias fermentadas parcialmente y actuando como prebióticos.

A su paso por el intestino, la fibra insoluble va absorbiendo agua, hinchándose y aumentando de volumen, lo que facilita las deposiciones, previene el estreñimiento y ayuda a limpiar el intestino de desechos a través de dos efectos: el aumento de volumen estimula el presitaltismo intestinal y el mayor contenido en agua disminuye la consistencia de las heces.

La fibra insoluble predomina en los cereales integrales, como el salvado de trigo, y granos enteros en general. Los frutos secos también contienen fibra insoluble en alta cantidad (por ejemplo, la almendra tiene un 12,5% de fibra alimentaria).

Beneficios de la fibra insoluble

• Previene el estreñimiento, al facilitar las deposiciones.
• Previene el cáncer de colon.
• Controla y equilibra el PH en los intestinos.

¿En qué alimentos encontramos fibra insoluble?

• Hortalizas: verduras de hojas verdes.
• Legumbres: judías verdes.
• Cereales: salvado de trigo y de maíz, y granos enteros (generalmente en todos los cereales).
• Frutas: pieles de frutas.
• Frutos secos.
• Semillas.

Ingesta idónea de ambos tipos

Debido a que cada tipo de fibra alimentaria ofrece efectos y beneficios para la salud específicos, se recomienda que se consuman los dos a diario. Además, se consideran que sus efectos son complementarios y ayudan a mantener el buen funcionamiento del aparato digestivo, lo que puede repercutir favorablemente en el estado de salud general.

Para un adulto, se suele recomendar un consumo diario de 30 – 35 gramos de fibra alimentaria con una relación 3:1 entre fibra insoluble y fibra soluble.

El consumo ha de realizarse desde fuentes variadas, repartilo a lo largo del día y acompañarlo de un consumo de agua adecudado. Una ingesta excesiva de fibra puede tener efectos perjudiciales, tales como disminución de la absorción de minerales, y efectos secundarios como gases, diarrea y dolor abdominal.

El laxante más natural

Los alimentos formadores de volumen (como el salvado) son los únicos laxantes adecuados para tomar durante un largo periodo de tiempo. Actúan lenta y suavemente y son las medicaciones más seguras para facilitar la evacuación de las heces. Su empleo se basa en un aumento gradual de la dosis.

Es conveniente tomarlos durante tres o cuatro días y con una cantidad abundante de líquido de unos 2 litros diarios. Este tratamiento produce efectos naturales y no crea hábito.

Cómo ayudar a nuestro familiar enfermo a la hora de defecar

Cuando le hayamos retirado la ropa interior y se encuentre sentado en el inodoro, colocamos una cuña de madera para que coloque en ella las plantas de ambos pies, de esta manera el intestino grueso se encuentra mejor colocado para la defecación.

Nos ponemos doble guante (mejor de vinilo o nitrilo para evitarnos alérgias en las manos), nos aplicamos en los dedos índice y corazón un poquito de aceite de almendras, vaselina o similar y con nuestros dedos realizamos un suave masaje circular sobre el esfínter anal.

De esta forma estamos estimulando el intestino y comprobaremos cómo van cayendo las deposiciones, muchas veces en forma de bolitas (fecalomas), aliviando de esta sencilla manera la deposición.

Y recordar que peor que el estreñimiento físico es el estreñimiento mental. Este sí que es grave y con un tratamiento mucho más difícil. (Nunca están de más unas risas, y más cuando están cayendo chuzos de punta).

Fuente: https://www.alzheimeruniversal.eu/2016/11/06/estrenimiento-en-personas-con-alzheimer/

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