Hablábamos la semana pasada de los problemas que ocasionan las caídas en las personas mayores, una de ellas, la principal, son las fracturas.
La fractura de cadera es la más frecuente, se sitúa en siete casos por cada 1.000 habitantes mayores de 65 años en España, traen asociadas, además, un aumento de la morbilidad, la mortalidad y del deterioro funcional. La tasa de mortalidad asociada a las fracturas de cadera se estima en un 10% al primer mes, 20% a los cuatro meses y 30% un año después.
Se estima que los pacientes con Alzheimer tienen aproximadamente dos veces más probabilidades de sufrir una fractura de cadera que los ancianos que aquellos sin demencia, esto es debido al bajo índice de masa corporal y la disminución de masa muscular al igual que al mayor número de caídas y la dirección de la misma.
La mayoría de las fracturas de cadera se produce en una de las dos partes del fémur:
El tratamiento de la fractura de cadera suele ser con cirugía y podemos encontrar:
La recuperación y rehabilitación de fracturas en enfermos de Alzheimer es más complicada, pero no imposible, dependerá del tratamiento que se haya utilizado y siempre adaptado a las capacidades físicas y cognitivas del paciente, pero siempre incluirá una deambulación precoz e intentaremos mantener la mayor autonomía posible.
Marina Preciado Hortigón (Fisioterapeuta del Centro de Día de Alzhéimer “Tierra de Barros”)