Os comentábamos la semana pasada la importancia que tiene esta dolencia, aclarar primero que aunque como su propio nombre indica se produce solo en pacientes diabéticos no significa que todas las personas diabéticas lo deban padecer, solo ocurrirá en pacientes no controladas con problemas vasculares asociados y no lleven una correcta profilaxis.
Se llama pie diabético al conjunto de lesiones tróficas de la piel como consecuencia de la falta de sensibilidad y estímulos dolorosos que provoca las neuropatías asociadas a la diabetes. Y es que si sumamos los problemas circulatorios y la lenta cicatrización de las heridas tenemos un coctel muy peligroso.
El tratamiento de la lesión depende del grado de la misma:
Además de la higiene, hidratación de la piel y evitar la presiones en el pie que os comentábamos antes, también podemos cuidar la alimentación, mantener unos niveles estables de glucosa y un poco de ejercicio para mantener una correcta vascularización de la zona. Con estos cuidados lograremos frenar su aparición o minimizar los daños una vez que aparezcan los primeros síntomas, lo cual es muy importante ya que una vez que el daño tisular es profundo la resolución de la lesión es muy difícil.
Marina Preciado Hortigón (Fisioterapeuta Centro de Día de Alzhéimer “Tierra de Barros”)