
El pasado miércoles 10 de septiembre celebramos el día del abuelo, un acto que organizó el Ayuntamiento de Almendralejo en el parque de la piedad, comenzamos con un acto religioso y una ofrenda floral a la Virgen de la Piedad y seguido pasamos a disfrutar de un desayuno saludable.

Una jornada estupenda que no solo es buena para el bienestar emocional de nuestros pacientes, sino también que es un ejercicio de estimulación cognitiva muy efectivo, ya que interactuar con otras personas mantiene activas las funciones cerebrales, como la memoria, el lenguaje y la atención.

La socialización reduce la sensación de aislamiento, ansiedad o depresión, frecuentes en personas con Alzheimer, sentirse acompañado y comprendido mejora el estado de ánimo y la autoestima, aportando seguridad y tranquilidad. Además, si está acompañado de fruta de nuestra tierra y amenizado con baile… ¿se puede pedir más?

No permitamos que el Alzheimer se adueñe de nuestra existencia, haciéndonos olvidar lo esencial: vivir y disfrutar cada instante con intensidad, como si fuera único e irrepetible. Porque, más allá de la memoria, siempre nos queda la capacidad de sentir, de amar y de compartir momentos que dan verdadero sentido a la vida.
Alzheimer Tierra de Barros