Uno de los aspectos a tener más en cuenta en el desarrollo y evolución del mal de alzhéimer es la importancia que tienen los problemas nutricionales y de la conducta alimentaria tanto en el paciente como en su entorno familiar. Hasta tal punto es importante que hemos creído conveniente remitiros el siguiente artículo relacionado con el tema.

Artículo muy interesante en el que un grupo de expertos han expuesto de forma clara y concisa en el XVIII Encuentro Temático de la Fundación Alzheimer la importancia de tener bajo control estas variables en el cuidado de un enfermo de estas características.

Esperemos que sirva para concienciar a quienes lo lean que aunque parezca una cuestión baladí, la nutrición es fundamental en el buen cuidado de un paciente con demencia neurodegenerativa.

Uno de los problemas que más repercuten en el cuidado de un enfermo que padece el mal de alzhéimer es la comunicación entre este y su cuidador/a. Y es que, cuando el enfermo comienza a desarrollar problemas de lenguaje verbal y no verbal, los que lo cuidan necesitan unas pautas que les ayude a saber que requiere o necesita su familiar en cada momento, ya que él ya está imposibilitado para comunicárselo por sí mismo. Para esos casos en los que comunicarse es arto difícil y complicado, unos útiles consejos.

1.      Evitar ruidos y distracciones para optimizar la comunicación.
2.      Acercarse, presentarse y decir quién eres. Es posible que no te reconozca.
3.      Colocarse delante y mirarle a los ojos ya que esta postura garantiza que le llega el mensaje.
4.      Hablar despacio, vocalizando. Con tranquilidad y usando un tono de voz bajo.
5.      Utilizar el humor y aprender a reírse de las equivocaciones.
6.      Evitar presionarle con preguntas que hagan que necesite recordar. Es posible que no consiga respondernos.
7.      Utilizar tu cara para expresar. Sonreír, gesticular. Usar el lenguaje no verbal.
8.      Reformular las preguntas si no ha comprendido lo que hemos querido decirle, utilizando un lenguaje sencillo.
9.      Mantener la calma y la paciencia. Repetirles el mensaje las veces que hagan falta y con el tono correcto, sin denotar enfado por nuestra parte.
10.   No reñir, no gritar, no castigar, no infantilizar.

Este año, el premio Nobel de medicina ha sido concedido al estadounidense John O'Keefe y los noruegos May-Britt Moser y Edvard I. Moser por su descubrimiento de "las células que constituyen el sistema de posicionamiento del cerebro". Estos investigadores han conseguido encontrar el "GPS interno" del cerebro que permite  orientarnos en el espacio.  Este hallazgo podría ayudar a explicar por qué los pacientes con Alzheimer no pueden reconocer su entorno y se desorientan en el mismo.

Ahora se abre una nueva vía de investigación tanto a nivel celular como molecular, que podrá enseñar a los investigadores nuevos caminos de estudio para entender y controlar las demencias, antes de que se conviertan en la epidemia del siglo XXI.

Es un premio a la esperanza, a la lucha y la constancia por seguir investigando a pesar de lo poco que aun se ha descubierto sobre las demencias degenerativas para, algún día, poder curarlas.

Ya indicamos aquí en una entrada anterior que se había comprobado científicamente que la pérdida del olfato, incluso antes de que se presenten alteraciones cognitivas, es un primer síntoma de Alzheimer.

Basándose en ese descubrimiento investigadoras de la Universidad autónoma de Méjico están elaborando una prueba de olores para conseguir detectar el alzhéimer de forma precoz.

Si al final los resultados son satisfactorios y los estudios olfativos llegan a buen fin, estaremos ante otra posible y eficaz vía de diagnostico de la enfermedad del olvido.

Esperemos que así sea.