Cuando avanza la artrosis se provocan cambios dinámicos en las estructuras de la articulación, y por consecuencia podremos encontrar
- Callosidades y durezas en las zonas de fricción de los pies.
- Engrosamiento de las uñas y posibles uñas encarnadas.
- Desplazamiento de las demás estructuras del pie
Como en el caso del tobillo aparecen debido a la edad avanzada y por problemas estáticos del pie, las medidas que se deben adoptar son comunes independientemente de la articulación que se vea afectada:
- La primera es un buen estudio tanto podológico como fisioterápico, el principal objetivo es mantener el potencial funcional del pie, evitar alteraciones en la marcha y el aumento del dolor: ejercicios de flexibilidad, movilizaciones activas y pasivas, refuerzo muscular, propiocepción y masoterapia antiálgica.
- El calzado es primordial, los zapatos serán anchos y profundos, la suela debe ser gruesa y de buena calidad para absorber las cargas y los golpes. El tacón no debe tener más de 4 cm.
- Se pueden realizar órtesis plantares a medida, unas plantillas deben ser siempre realizadas por un profesional y tras un estudio podológico preciso
Marina Preciado Hortigón (Fisioterapeuta centro de día de alzhéimer “Tierra de Barros”)