Y aunque el informe también devela que la prevalencia ha disminuido ligeramente en los últimos diez años, la realidad es que la incidencia a pesar de eso es muy alta, por lo que se hace cada vez más necesario un esfuerzo gubernamental para impulsar y apoyar la investigación en este ámbito, la cual será la única capaz de poner freno o al menos plantar cara de forma eficaz a la epidemia que viene.