Si no bebemos los suficiente se reduce el volumen de sangre considerablemente, y por tanto el nivel de oxígeno y de los nutrientes, que llega al cerebro. Esta circunstancia disminuye considerablemente nuestra capacidad de concentración y perjudica directamente a la memoria a corto plazo, uno de los tipos de memoria más necesitados y usados en nuestra vida cotidiana. Para evitarlo debemos beber entre 1,5 y 2 litros de agua diarios…
Y mientras lo hacéis, os invitamos a que os toméis un descanso y os animéis a hacer los ejercicios de Neurobic que os presentamos esta semana.