Imprimir esta página
Miércoles, 23 Julio 2025 08:55

¿Por qué repite tanto lo mismo? Comprender la perseverancia verbal en personas con demencia.

Valora este artículo
(0 votos)

fffofosademfd

 

 

Una de las situaciones más frecuentes —y a veces más desconcertantes— para quienes conviven con una persona con demencia es la repetición constante de preguntas, frases o historias. “¿A qué hora comemos?”, “¿Dónde está mi madre?”, “¿Te he contado lo del trabajo?” pueden escucharse una y otra vez en pocos minutos. Esto tiene un nombre: perseverancia verbal, y es un síntoma común en las enfermedades neurodegenerativas.

Aunque puede resultar frustrante o agotador para quienes acompañan, entender por qué ocurre y cómo manejarlo con calma puede marcar una gran diferencia en el bienestar de ambos.

¿Por qué repiten tanto?

La perseverancia verbal no es algo que la persona haga a propósito, ni busca molestar. De hecho, suele tener su origen en:

  • La pérdida de memoria a corto plazo: no recuerdan que ya han hecho esa pregunta o contado esa historia.
  • La necesidad de seguridad emocional: muchas de estas frases repetidas tienen detrás miedo, inquietud o confusión. Repetir es una forma de buscar consuelo.
  • La dificultad para mantener una conversación fluida: la capacidad para generar ideas nuevas o adaptarse al diálogo puede verse afectada, y recurren a lo conocido.

¿Qué podemos hacer para acompañar mejor?

  1. Responder con calma, aunque ya lo haya dicho antes
    Es normal sentir cansancio, pero tratar de no corregir ni mostrar enfado ayuda a que la persona no se sienta rechazada o confundida.
  2. Buscar lo que hay detrás
    A veces, la frase es solo la punta del iceberg. Si repite “¿Cuándo vamos a casa?”, quizá lo que expresa es desorientación o deseo de sentirse en un lugar seguro. Responder solo con datos no siempre calma: a veces basta con tomarle la mano y decir “Estás bien, estoy contigo”.
  3. Utilizar apoyos visuales
    Colocar un cartel con la hora de la comida, una pizarra con el día de la semana o fotos de los familiares puede reducir la necesidad de repetir preguntas.
  4. Redirigir con afecto
    A veces podemos cortar el bucle con una propuesta suave: “¿Y si me ayudas a doblar esta servilleta?” o “Vamos a mirar juntos este álbum de fotos”. No se trata de distraer sin más, sino de reconducir desde el vínculo.
  5. Cuidarnos como acompañantes
    Escuchar la misma frase veinte veces puede ser agotador. Es importante reconocerlo sin culpa. Pedir ayuda, turnarse si es posible y buscar momentos de autocuidado es esencial para sostener el acompañamiento a largo plazo.

La perseverancia verbal es una manifestación más de los cambios neurológicos que produce la demencia. Si aprendemos a verla no como una molestia, sino como una señal de que algo no va bien —o de que simplemente necesita contacto—, podremos responder con más comprensión y menos desgaste.

Y aunque no podamos evitar que repita… sí podemos hacer que se sienta escuchada, acompañada y segura.

 

Psicología Alzheimer.

Visto 1039 veces

Lo último de Administrator

Artículos relacionados (por etiqueta)