
El nombre de este trastorno suena raro, posiblemente sea la primera vez que lo veáis, pero muchas veces nos hemos encontrado con él, seguro que en muchas ocasiones nos hemos conocido enfermos de alzheimer con una inquietud exagerada, que no permanecen sentados más de dos minutos y que tienen la necesidad de moverse sin parar, eso es “acatisia”: un trastorno neurológico caracterizado por una sensación interna de inquietud extrema y una necesidad imperiosa de moverse. Esta condición se asocia frecuentemente con el uso de medicamentos antipsicóticos, medicamentos como haloperidol, flufenazina y risperidona están implicados con mayor frecuencia (medicamentos muy utilizados en el tratamiento de los síntomas conductuales del alzheimer) también hay antidepresivos que pueden inducir acatisia, especialmente los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina.
La acatisia se clasifica según su presentación y curso clínico en:
Los síntomas de la acatisia son:
Es importante identificar el trastorno y el medicamento que la causa para poder ponerle remedio, o bien modificando y ajustando la dosis o en caso necesario cambiar el medicamento culpable, al igual que técnicas de relajación, terapia cognitivo-conductual y ejercicios físicos pueden complementar el tratamiento médico y paliar los sintomas.