Veamos algunas pautas:
Decoración y actividades familiares:
Implica a tu familiar en las actividades tradicionales de la Navidad. Dependiendo de las capacidades conservadas tu familiar podrá ayudar a poner el árbol, decorar la casa, poner el belén, cantar villancicos o ayudar con alguna receta. Si no fuese posible, siempre podéis realizar estas actividades junto a su compañía, hablando y recordando navidades pasadas. Le emocionará recordarlas.
También podéis visitar el alumbrado, algún belén viviente o un mercadillo navideño junto a un paseo familiar. Todas estas actividades le ayudaran a estar orientado en el momento presente.
Prepara el entorno donde se van a celebrar las fiestas:
Si bien es cierto que la música y el alboroto general son parte de las fiestas de Navidad, si tenemos un enfermo en la familia debemos procurar no alterarle demasiado. Reservarle un espacio confortable en la mesa y que se pueda retirar a descansar tras la comida en una sala retirada. Intentar que la comida no sea muy copiosa o que no coma demasiado dulce, para que pueda realizar una digestión correcta.
Ante un comportamiento inapropiado del enfermo en la mesa, se aconseja intentar distraerlo y derivar su atención hacia alguna otra cosa.
Relajarse y disfrutar, Es momento para que el cuidador principal pueda disfrutar de las reuniones familiares y relajarse. Así como, ceder los preparativos de las celebraciones a otros familiares que dispongan de mayor tiempo.
Rosa Ana García.
Psicología Alzheimer.