¿qué podemos hacer para que la transición nos sea mas llevadera?
Realizar un menú otoñal en el que se incluyan caldos y cremas calientes, utilizar verduras propias de la estación (calabaza, seta, alcachofa…) y aumentar la ingesta de vitamina C (naranjas, mandarinas, caquis y pomelos) nos ayudara a prevenir los resfriados característicos de las primeras lluvias.
Una fuente importante de nutrientes esenciales en la alimentación de otoño son los frutos secos, incluir en nuestro menú diario un buen puñado de ellos nos dará el aporte extra necesario para afrontar la estación.
Las nuevas temperaturas nos permiten realizar un poco más de ejercicio en exteriores, despedido ya el verano y sin tanto calor, podemos retomas la rutina de un paseo diario por algún parque cercano, donde no solo se verá beneficiado nuestro cuerpo del ejercicio físico, sino que además es estupendo para el espíritu apreciar el bonito paisaje que nos brinda el otoño y sus hojas castañas, además de ser una estupenda estimulación multisensorial.