Según un estudio publicado por “The BMJ”, tener una adecuada salud cardiovascular a los 50 años reduce el riesgo de padecer demencias neurodegenerativas en el futuro. La investigación llevada a cabo en 8.000 adultos, ha establecido la necesidad de seguir potenciando las políticas de salud pública encaminadas a el fomento de un estilo de vida cardiovascular saludable en la población de mediana edad, como una medida más de prevención futura de la demencia.