Cuando la enfermedad de alzhéimer comienza a pasar factura a nivel físico, una de las primeras medidas de ayuda es el uso de la cama articulada. Una herramienta útil, no solo para los estadios más avanzados de la enfermedad, en los que el enfermo se pasa la mayor parte del día en una situación de encamamiento, sino que también es útil en etapas más tempranas, porque ayuda a prevenir numerosas enfermedades y complicaciones físicas, óseas y musculares, asociadas al mal de alzhéimer.
Por eso hoy, os invitamos a leer este interesante artículo que os ofrece una amplia información al respecto.