Ha sido una experiencia inolvidable, cargada de ganas de aprender unos de otros, y con la guinda del sentido del humor y el respeto mutuo entre ambos grupos de edad.
Solo nos queda dar las gracias, una vez más, a las profesoras que han hecho posible esta iniciativa, y a los alumnos que han participado en ella, ya que han demostrado tener una madurez y un saber estar impropios de su edad.
Ojalá esto sea la continuación de otros muchos momentos compartidos, porque para nosotros este tipo de intercambios son un regalo lleno de vida y alegría.
Gracias por no olvidarnos y por estar cerca de quienes ya no recuerdan.
Os esperamos el año que viene con los brazos abiertos, y no olvidéis nunca que aquí tenéis vuestra casa.
Un fuerte abrazo, lleno de agradecimiento y cariño.