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Viernes, 26 Noviembre 2021 17:35

CAMINAR CON ANDADOR

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Caminar Andador

Mil veces hemos hablado sobre la importancia de caminar, de mantener la autonomía, de cómo incentivarla para no perderla, pero hay ocasiones en las que la enfermedad avanza o que por edad y problemas musculoesqueléticos se hace imprescindible una ayuda en la estabilidad del paciente.

El andador se convierte una herramienta muy útil en aquellos pacientes cuyo equilibrio está afectado o no tienen suficiente masa muscular para usar una muleta. Si que es cierto que nuestro usuario debe tener un nivel de consciencia aceptable para poder usarlo, no todos los enfermos de Alzheimer se encuentran con el nivel cognitivo óptimo para manejar correctamente un andador, y si no estamos seguros se convierte mas en un arma peligrosa que en una ayuda.

Lo primero que debemos de tener en cuenta que tipo de andador necesita nuestro enfermo, a groso modo tenemos dos opciones:

  • Andador sin ruedas: para personas con poca estabilidad, pero buen control de tronco y brazos, también muy útil en caso de bradicinesia o cuando la persona que lo usa no puede usar bien una pierna (, en caso de fracturas, ictus o hemiparesias)

Aandador

  • Andador con ruedas: para personas con buena estabilidad y control de tronco, en personas con problemas en los brazos este andador es más adecuado, ya que no requiere de tanta fuerza para desplazarlo porque se desliza.

Andador hom

Antes de usar el andador es importante seguir una serie de recomendaciones:

  • Asegurarse que el calzado es el adecuado, debe estar bien sujeto al pie y suela antideslizante
  • Explicar varias veces a la persona como debe usarse, hacerle de ejemplo, con órdenes claras y sencillas (no debemos olvidar que estamos con enfermos de Alzheimer)
  • Acércale el andador hasta que pueda asir los puños con facilidad.
  • Para levantarse, nos situaremos a su lado, fijando el andador y ayudándolo a incorporarse si fuera necesario, practicaremos varias veces este gesto para que se acostumbre
  • No alejarse de la persona que está aprendiendo a usar el andador, las primeras veces casi mejor si lo tenemos sujeto por la espalda para mayor seguridad, debe buscar su nuevo centro de gravedad, puede ser que al principio le cueste y esté más inestable.

Es importante seguir su ritmo, no forzarlo, sino guiarlo y acompañarlo, sobre todo las primeras veces, debe encontrarse cómodo, seguro y sin miedo. Practicar muchos días en casa antes de salir a la calle y armarse de paciencia y cariño.

Marina Preciado (Fisioterapeuta Alzhéimer “Tierra de Barros”)

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