Cada vez es más evidente y palpable que, a pesar de los años de diferencia entre un grupo y otro, las similitudes y la afinidad entre ellos es mucho mayor de lo que en principio puede pensarse, entre dos grupos de edad tan dispares.
Pero como suele decirse, en las diferencias también está la riqueza, y a través de las dinámicas programadas, ese intercambio de generaciones ha generado un enriquecimiento personal y grupal inmenso.
Sus interacciones, sus risas compartidas, su alegría al hablar o al bailar juntos, ha generado un vínculo de afecto increíble que hace que ninguno queramos que el tiempo pase y que la sesión acabe.
Como siempre, millones de gracias por este regalo. Nos vemos la próxima semana.
